Colecciones
Bienvenido al territorio comanche de nuestras secciones: un lugar donde la creatividad va sin casco, las ideas se suben a las mesas y el buen humor manda más que el jefe. Aquí cada apartado tiene su propia personalidad —unas más serias, otras más salvajes, y alguna que claramente necesita dormir más—, pero todas comparten el mismo espíritu: divertirse sin pedir permiso.
Prepárate para encontrarte diseños que te harán sonreír, otros que te harán pensar “¿pero cómo se les ocurrió esto?” y alguno que quizá adoptes como animal espiritual. Todo con ese toque gamberro que nos gusta: irreverente, fresco y un poco peligroso si lo miras demasiado de cerca.
Así que pásale, curiosea, toca, remira y disfruta. Nuestras secciones son como la montaña: siempre sorprenden, a veces te dejan sin aliento y nunca, jamás, son aburridas.
Subcategorías
-
Santander
Ropa Made in Santander (con un toque más gamberro que la ola del Sardinero)
Nuestra ropa nace en Santander, esa ciudad donde el viento del Cantábrico peina mejor que cualquier peluquero y donde los paisajes son tan bonitos que sospechamos que llevan Photoshop de fábrica.
Diseñamos cada prenda pensando en eso que hace a Santander… pues Santander:
el Faro de Cabo Mayor, que vigila como tu abuela desde la ventana; el Palacio de la Magdalena, que es tan elegante que hasta los pingüinos del mini zoo parecen llevar pajarita; el Sardinero, donde la arena se te mete hasta en sitios que no sabías que existían; y la Bahía, que es tan perfecta que si fuera persona tendría contrato con Hollywood.Y como somos de aquí, sabemos lo que hace falta: ropa cómoda, bonita y capaz de sobrevivir a lluvias repentinas, brisas sospechosamente frías y paseos eternos por el Paseo de Pereda “solo a dar una vuelta”.
Cada diseño lleva un poco de humor, un poco de irreverencia y un mucho de amor por esta tierra. Porque sí, nuestras prendas son sostenibles, pero también gamberras: perfectas para quienes quieren vestir Santander sin parecer un folleto turístico… pero con más actitud.
Ropa hecha con cariño, con cabeza y con espíritu norteño.
Para llevar Santander contigo, sin importar dónde te pillen las olas. -
Tartarín
Tartarin no es solo una marca: es ese colega que siempre propone “un plan tranqui” y terminas colgado de un rápel a 40 metros del suelo preguntándote dónde salió mal tu vida. Sus diseños nacen de la montaña en todas sus versiones: la que se deja subir, la que te escupe, la que te enamora, la que te congela los dedos y la que te regala vistas que hacen que valga la pena cada ampolla.
Aquí se respira escalada, alpinismo, esquí y trekking como quien respira aire puro después de tres días sin ducharse en un refugio. Todo con un punto salvaje, un toque irreverente y una buena dosis de esa locura necesaria para levantarse a las 4 a.m. y subir una montaña “porque sí”.
Y ojo, que aquí se es gamberro, pero eco-gamberro: Tartarin respeta más el medio ambiente que tú respetas tus propósitos de Año Nuevo. Materiales pensados para durar, procesos con cabeza y un amor absoluto por la montaña… salvo cuando te hace resbalar, pero incluso ese día se le perdona.
En resumen: Tartarin es para quienes se ríen del vértigo, se enamoran del paisaje y se toman la aventura muy en serio… pero a ellos mismos, nunca. Porque la vida es demasiado corta para quedarse en el sofá y demasiado larga para no llenarla de historias épicas.
-
Varios
Bienvenido a esta sección, también conocida como “el cajón desastre bonito”. Aquí conviven diseños de todos los colores, formas y personalidades: el tímido que se esconde detrás del resto, el que grita “mírame, soy espectacular”, el minimalista zen y el que claramente ha tomado demasiado café. Un zoológico creativo, pero sin mordiscos… bueno, casi.
Todos ellos comparten una única norma sagrada: ser respetuosos con el planeta. Porque sí, somos gamberros, pero no tontos. Nos encanta liarla, pero jamás con la naturaleza. Así que cada diseño viene con su buena dosis de conciencia ecológica, como quien lleva condón a una fiesta: por si acaso.
Esta es la sección donde el estilo se desmadra, la creatividad se suelta la melena y la sostenibilidad hace de sheriff para que nadie se pase de la raya. Ponte cómodo, navega sin miedo y adopta el diseño que más te guiñe el ojo.